GLOBALIZACIÓN

I. GLOBALIZACIÓN: ¿QUÉ ES?

La globalización es un fenómeno reciente, que marcará profundamente el futuro
económico del mundo, y que afectará a los países en desarrollo de una manera
decisiva. Muchos autores y pensadores sobre el destino de la civilización, han venido
repitiendo incesantemente que el mundo se está acercando cada vez más, que las
comunicaciones van a tener un gran impacto en los patrones de vida de los países,
que el acceso a la información va a determinar el desarrollo de las naciones, que el
mundo se ha transformado en una aldea global y que el conocimiento será el mayor
recurso de las naciones.

La realidad, es que la globalización económica ya no es una teoría, o un posible
camino de la economía y el mercado, sino un hecho concreto que está cambiando
por completo las estrategias económicas de todas las naciones, redefiniendo las
relaciones internacionales y creando nuevos y poderosos patrones culturales.
El propósito económico que inspiró la globalización es, sin lugar a duda, el de
crecimiento económico de la clase empresarial, pero no hay evidencia de que la
cuestión de desarrollo del ser humano tiene parte importante en el movimiento,
ahora precipitadamente a flote en todas partes del mundo. Como tal, la globalización
puede ser una buena estrategia para la acumulación de riquezas, pero esas riquezas
son ante todo para unos pocos y no integra ninguna política proyectada para el
desarrollo integral de una comunidad o una población.


II. Globalización: un término internacionalizado

El término globalización comprende un proceso de creciente internacionalización o
mundialización del capital financiero, industrial y comercial, nuevas relaciones
políticas internacionales y la aparición de la empresa transnacional que a su vez
produjo —como respuesta a las constantes necesidades de reacomodo del sistema
capitalista de producción— nuevos procesos productivos, distributivos y de consumo
deslocalizados geográficamente, una expansión y uso intensivo de la tecnología sin
precedentes. De cierta manera el movimiento es antagonista al comercio internacional.
Lo que se exporta hoy en día no son sólo los productos manufacturados, sino el
capital y las ganancias. Y esta pérdida de ganancias también es una pérdida de
capital, lo que más empobrece a un país es la fuga de sus inversiones al exterior. El
país que recibe la inversión se beneficia de los salarios de los empleados y, en
algunos casos una actividad comercial secundaria; pero las ganancias se reservan
por los dueños, en forma de capital para inversión en otras partes. General Motors
anteriormente fabricaba sus vehículos en Detroit y Oshawa y los vendían en todas
partes del mundo. Hoy tienen sus fábricas en cualquier parte del mundo en donde
han encontrado una mano de obra calificada, dócil y barata.

Anteriormente, los productos nacionales se intercambiaban porque ningún país
tenía todo los recursos o productos que necesitaba o quería. En ello, hay una lógica
inherente que tiene su explicación en la simple necesidad de satisfacer las
necesidades básicas y avanzadas de la población. Hoy, el intercambio de capital es
un proceso económico, político y social que ha sido retomado con mayor énfasis en
los países en desarrollo, como premisa específica para lograr un crecimiento
económico y erradicar la pobreza. Pero este fenómeno en ningún momento fue
concebido como modelo de desarrollo económico, y mucho menos de desarrollo
social, sino como un marco regulatorio de las relaciones económicas internacionales
entre los países en cuestión.

El despliegue mundial del capital no prescinde del Estado aunque el Estado tiene
un papel en ello. Pero para los partidarios de la globalización, los principales actores
o hacedores de la historia económica, son las transnacionales y su gran capital con
sus estructuras e instituciones supranacionales; los sujetos, organizaciones,
movimientos y pueblos no hacen sino presenciar los acontecimientos y ocupar el
lugar que les fijan las estructuras del mercado y el capital global; la historia no se
construye por ellos, se presencia, se les impone una ideología según la cual no hay
alternativa al neoliberalismo y a la globalización2.
Según la opinión de CALVO sobre el tema, con el transcurso del tiempo, el programa
neoliberal se convirtió en un modelo económico, político y social cuyo basamento
teórico lo componen tres grandes premisas: Primero, la producción y el crecimiento
de los bienes y servicios producidos van acompañados de un proceso de destrucción
de las fuentes de producción de toda la riqueza. Segundo, concibe al mercado como
el centro de la actividad económica y acepta la existencia de fuerzas autorregulatorias
hacia la armonía de los intereses de todos. Tercero, los desequilibrios económicos
son causas de la intervención en el mercado; por tanto, debe eliminarse la posición
suprema del Estado respecto de éste y hacerlo un garante de la acción irrestricta de
las fuerzas de la oferta y demanda.

En conclusión, la globalización es un fenómeno de carácter internacional, cuya
acción consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capital
financiero, comercial e industrial, desarrollándose de forma multipolar. La exportación
e importación de productos se realizan, en muchos casos, entre diferentes ramas
de la misma empresa y de este modo no hay necesidad de compartir muy
extensamente sus ganancias. Es precisamente esa penetración, que conlleva hacia
una competencia internacional de acceso a mercados, la que permite el crecimiento
y expansión ilimitada de las empresas transnacionales por todo el mundo, las
mismas que a la vez cuentan con el respaldo incondicional de sus respectivos
estados nacionales. La limitación de mercados y la necesidad de inventar mejores
procesos de producción, distribución y consumo hacen necesaria una transformación
de la manera como se desarrolla la producción, incluyendo componentes de
tecnología y deslocalización geográfica con el objeto principal de reducir los costos.


III. Efectos de la globalización

Varios estudios han concluido que la globalización ha beneficiado tanto a los países
pobres como a los países ricos. Pero tales estudios tradicionalmente no se interesan
en los índices de desarrollo integral, sino en cifras sobre actividad comercial global
e ingresos totales. Y lo que no se calcula, principalmente en los estudios es el impacto provocado por el cambio de los agentes de control del comercio de la esfera
local a la internacional, donde los que toman las decisiones no son políticos
responsables a los electorados. Son más bien los que administran las bancas de
capital, naturalmente con su interés principal en realizar ganancias sobre sus
amplias inversiones. Es decir, no son representativos del pueblo y tampoco no son
responsables al pueblo, ni son fácilmente asequibles por el público; supone sólo que
siempre se encontrarán lejos de la vista del público, refugiados en las pequeñas
salas de juntas de las distintas capitales del mundo empresarial.